Nuestra Jornada Permanente de Oración por la Paz en México se une a la Jornada Nacional de Rosarios y Ayunos por la Familia, la Paz y la Libertad

Del Corazón Inmaculado a Jesús Sacramentado


Queridos hermanos en Cristo: estamos viviendo momentos difíciles que exigen un compromiso como cristianos. Por ello, los exhortamos a orar y hacer penitencia por México, por la conversión de los pecadores, por las familias, por el derecho a la vida, por nuestros niños, adolescentes y jóvenes, por nuestros representantes públicos y funcionarios, por la paz.

 

Los invitamos a unirse en grupos o individualmente para rezar todos los días el Santo Rosario (preferentemente frente al Santísimo Sacramento), vivir las virtudes cristianas y asistir a la Santa Misa todos los días que les sean posible (sin descuidar el deber de estado). Hagamos un ejército de oración y penitencia como fue enseñado en Fátima.

 

En este esfuerzo, providencialmente ha surgido una propuesta auspiciada por Mater Fatima para mover la cristiandad en una Cruzada Nacional de Rosarios y Ayunos por la Familia, la Paz y la Libertad en México, a través de la cual se espera lograr que más de 12 millones de personas se unan diariamente rezando el santo rosario, ofrezcan al menos un ayuno por semana y visiten con frecuencia a Jesús Eucaristía por las intenciones de esta cruzada. 

 

Nuestra Familia Religiosa se une a esta Cruzada y te invita a sumarte a este ejercito de intercesión por nuestra patria. 

En una primera etapa, esta gran cruzada empezó el 29 de junio y terminará el 12 de diciembre. La segunda etapa iniciará el 8 de diciembre en la Fiesta de la Inmaculada Concepción y concluirá el 25 de marzo en la Fiesta de la Anunciación del Señor.

 

Todo lo que aquí se comprometa será ofrendado en la Santa Misa Dominical en Casa Belén. Recuerde que lo que se ofrece ante el altar tiene un valor infinito. ¡Acumulemos tesoros en el cielo!

 

Una vez que se reúnan los 12 millones de corazones en esta cruzada se llevará este ofrecimiento en procesión a la Basílica de Guadalupe para poner a los pies de nuestra Madre Santísima.

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