Gracias Señor por un año más de vida.
Gracias Señor por todo lo que me diste en el año que termina.
Gracias por tu gracia y gracias por el sacerdocio.
Gracias por FRICyDIM, mis hermanos y hermanas, por mis hijos todos de esta familia.
Gracias por la delicadeza y el cuidado en no hacernos faltar nada,
Por habernos perdonado y sonreído después de un tropiezo.
Gracias por la realidad invisible de todo lo divino y la dicha de prolongar nuestra existencia en tu regazo.
Gracias por los días de sol, y los días nublados y tristes.
Gracias por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y también por la enfermedad, por la penas y las alegrías.
Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.
Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y por todo lo hermoso, por todo lo dulce, por todas las flores y las estrellas, por la existencia de los niños y las almas buenas.
Gracias por la soledad, por le trabajo, por las inquietudes, por las dificultades y las lagrimas, por todo lo que me acercó a Ti.
Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento.
Gracias por darte, por amarme y ocuparte de mí.
Gracias por tu presencia eucarística, y
Gracias por tu Madre que también es la nuestra.
Gracias por los sacerdotes que me rodean y la posibilidad de recibir tu misericordia.
Gracias por la dicha de no trabajar para mí mismo, sino para Ti.
Gracias por las veces que no se hizo como yo quería, sino como Tú lo deseabas pero más gracias aún por haberlo entendido.
¿Qué me traerá el año que empieza? Lo que tu quieras Señor, pero te pido fe para mirarte en todo, esperanza para no desfallecer, caridad para amarte cada día más y para hacerte amar por los que me rodean. Dame paciencia, humildad, desprendimiento y generosidad. Dame Señor lo que tu sabes que me conviene y yo no lo se pedir. Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activa y que me halle siempre dispuesto hacer tu santa voluntad. Derrama Señor tu gracia sobre todo lo que amo y concede tu paz al mundo entero. Repara tu vasija de barro y conserva tu presencia en mí. Alivia a los enfermos, consuela a los tristes, fortalece a los encarcelados, da pan a los que no lo tienen y llena el vacío de los pecadores con tu gracia. Dale a esta familia FRICyDIM la fortaleza, la generosidad, el olvido de sí y la entrega sin límites antes del certero encuentro contigo. Dales la paz, el amor y la vida eterna a los familiares y amigos de nuestra familia religiosa. Que Dios nos conceda un año en gracia y en paz, que así sea.
Pbro. Carlos Pío del Inmaculado Corazón